Promoviendo la educación emocional
Reconocer y gestionar las emociones es una parte esencial de la educación, ya que permite a los niños conocerse a sí mismos y aceptar la diversidad. La Barbacoa de las Emociones es un juego perfecto para promover en el aula estos beneficios de la educación emocional.
A través de la psicomotricidad fina, los más pequeños deben poner – de manera individual o en grupo- 5 de las 10 emociones que incluye el juego en la brocheta como si fueran los ingredientes para hacer la barbacoa. El objetivo es que los niños hablen sobre sus emociones y aprendan a reconocerlas y comprenderlas para así poderse conocer mejor a un mismo y aceptar la diversidad.
¿Cómo jugar con La Barbacoa de las Emociones?
La Barbacoa de las Emociones permite multitud de variantes de juego para que los niños aprendan a gestionar sus emociones mientras se divierten. Os presentamos tres para realizar tanto de manera individual como en grupo:
1. Juego de imitación. En esta versión del juego, los niños deberán dividirse en dos grupos. Unos representarán las escenas de las tarjetas y los otros deberán averiguar qué emoción se representa en cada situación colocando la emoción seleccionada en la brocheta. Al final se argumentará porqué se han escogido y se relacionarán con la situación representada.
2. Juego visual. Un equipo deberá explicar qué emociones sienten en las situaciones de las tarjetas, el equipo contrario tiene que buscar emociones alternativas para estas mismas situaciones y justificar sus elecciones.
3. Juego Narrativo. A los niños les encantan los cuentos, por ello propondremos a un equipo que narre una historia en 5 partes. El otro equipo deberá identificar qué emoción corresponde a cada parte y colocarla en la brocheta.
Recurso para el aula
Como propuesta extra, el director de la sesión o profesor puede dividir, al final del día, todo lo que ha sucedido en el aula en 5 acontecimientos. De manera colectiva se valora cada uno y se le otorga una emoción por consenso. Estas emociones se pinchan en la brocheta y se ubica en un lugar visible para generar consciencia de la situación emocional del grupo hasta la siguiente sesión.