Cuando un pequeño nace, su sistema sensorial y cognitivo es inmaduro. Por esta razón, estimularlo desde edades tempranas es esencial, para su correcto desarrollo.
Además, en el caso de niños con dificultades y trastornos del desarrollo, la estimulación sensorial se convierte en algo fundamental durante el tratamiento de las mismas.
Como ya te hemos explicado en anteriores reseñas, la estimulación sensorial permite despertar los sentidos primarios de los peques, con el fin de favorecer la construcción de nuevos aprendizajes.
De este modo, la experimentación y, por consiguiente, la estimulación de los sentidos promueve el desarrollo de la comunicación, la comprensión del mundo que les rodea y la psicomotricidad, entre otros.
¿En qué consiste un rincón multisensorial?

Concretamente, se trata de un entorno favorecedor, especialmente pensado para estimular los sentidos de los pequeños, mediante su interacción con el medio. Este debe ser un ambiente tranquilo y preparado, en el que el niño pueda explorar de manera autónoma y activa los elementos que conforman el espacio (Carbajo, 2014).
Así, estos espacios se disponen para propiciar la recepción de información a través de diferentes canales sensoriales, a fin de favorecer la integración de estos estímulos mediante todos los sentidos.
¿Cómo crear un rincón multisensorial en casa?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que el espacio escogido deberá ser cómodo, haciendo uso de colchonetas y cojines, y deberá contar con una iluminación tenue, por ejemplo, haciendo uso de cortinas y persianas.
Una herramienta indispensable en este rincón es la mesa de luz, gracias a su versatilidad, además de resultar un recurso muy atractivo para estimular los aprendizajes.
Por otro lado, deberemos disponer de elementos que favorezcan el desarrollo de los sentidos del tacto, la vista, el oído y el olfato.
A continuación, te proponemos algunos elementos que aportarán un plus a tu rincón multisensorial, a la vez de ser herramientas muy llamativas para los niños:
Consisten en un pack que incluye cinco bolas, las cuales ofrecen experiencias sensoriales únicas y variadas, gracias a los diferentes materiales naturales que las componen.
Cada una de ellas ofrece distinto peso, dimensión, textura e incluso temperatura, por lo que existen un sinfín de posibilidades de juego libre.
Algunas de las habilidades que se podrán desarrollar con su uso son el tacto, la psicomotricidad, la coordinación mano-ojo o las hipótesis científicas basadas en comparaciones de peso o cantidad, entre otras.
Rainbow Touch Sacks son cuatro saquitos de algodón rellenos de materiales relacionados con la naturaleza que pretenden fomentar la capacidad de percibir y reconocer mediante la información táctil (estereognosia) de los más pequeños.
Este sentido les permite reconocer un objeto sin que intervenga la vista.
Además, son muy útiles para desarrollar la coordinación óculo-manual y acerca a los más pequeños a las hipótesis científicas basadas en las comparaciones de volumen, cantidad o peso.
Se sustentan en las bases de la pedagogía Montessori. De esta manera, tienen el objetivo de que los más pequeños exploren de manera autónoma el mundo que les rodea de manera divertida.
Sin embargo, el juego también incluye tarjetas con imágenes relacionadas con el contenido de los saquitos, ofreciendo, así, múltiples posibilidades de juego, como un memory táctil en el que se deberá relacionar el contenido de los saquitos con los dibujos ocultos bajo las tarjetas, colocándolas del revés.
Las botellas sensoriales de Petit Boum representan una invitación a explorar y aprender dejando volar todos los sentidos.
Mediante esta herramienta se busca que los niños experimenten de forma libre y autónoma, ajustando este aprendizaje al ritmo de cada niño.
¿Qué beneficios puede aportar el uso de estas botellas?
Estimula los sentidos de la vista, el tacto y el oído de manera divertida.
Cada botella representa un universo para explorar. La combinación de distintos elementos favorece que los peques potencien el sentido de la vista.
Además, la manipulación de las botellas genera diferentes sonidos y potencia el desarrollo del oído, pudiendo asociar cada uno de ellos con los objetos que conforman cada botella.
Por último, el peso, la forma y el tamaño de estas botellas es perfecto para que los niños las manipulen, las agiten e incluso, ¡las hagan rodar! Así pues, será muy recomendable para entrenar la coordinación óculo-manual, la lateralidad cerebral y el gateo.
Un universo sensorial que no está reservado únicamente para los niños
Sin embargo, este recurso no es únicamente útil para los peques de la casa, sino que también puede ser una herramienta perfecta para el control de la ansiedad en el caso de personas adultas. Las botellas que contienen purpurina serán especialmente prácticas para ayudar a relajarnos y a focalizar nuestra atención en momentos de estrés.
Fomentan la coordinación óculo-manual
¡Finalmente, también puedes optar por el formato WOW! el cual está compuesto por arroz sensorial e incluye otros elementos de apoyo que permitirán ampliar aún más sus opciones de juego:
- Podrán transvasar el arroz sensorial de un recipiente a otro con o sin una herramienta de apoyo, a fin de estimular la atención y concentración.
- El pincel, las pinzas, los pompones y sus fichas serán elementos ideales para el desarrollo de la motricidad fina.
- Con la pala, el arroz y las fichas que forman parte del kit estaremos desarrollando el control del pulso y la coordinación mano-ojo.
- Si dibujan letras sobre el arroz y las fichas podrán reforzar el trazo de las letras de manera lúdica.
Como puedes comprobar, son múltiples las ventajas que las botellas sensoriales pueden aportar a tu rincón multisensorial. Contar con algunas de ellas favorecerá el desarrollo de los sentidos y la psicomotricidad de los pequeños de la casa, además de ayudarles a enfocarse en momentos de agitación emocional.
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