Técnicas de estudio para la mejora del rendimiento escolar
El inicio del nuevo curso es un acontecimiento de gran relevancia, especialmente, para los más jóvenes. Retomar las clases y encontrarse con compañeros que hacía meses que no veían siempre son motivo de ilusión a la hora de volver a empezar.
Sin embargo, los primeros momentos de estrés y nervios aparecen con la llegada de los exámenes, acompañados, en algunos casos, de desmotivación y desinterés por determinadas materias.
En esta línea, hace algún tiempo, ya os hablábamos en un post de la importancia que tiene el hábito de estudio y de sus repercusiones favorables en el rendimiento académico.
En el artículo de hoy, os explicaremos otro aspecto que está estrechamente relacionado con la mejora del rendimiento escolar: la aplicación de técnicas de estudio.
Estrategias en el proceso de estudio y memorización
Para optimizar el seguimiento de los aprendizajes, puede ser de gran interés el uso de técnicas de estudio junto a la aplicación de estrategias específicas. Concretamente, se tratan de aquellas estrategias que facilitan al alumnado el proceso de estudio y memorización de los conceptos trabajados en el aula (Cortese, 2011).
Incentivar su uso se traduce en una mejora visible de los resultados académicos, a pesar de que debe acompañarse de manera indispensable de trabajo diario.
Puntos clave para favorecer el desarrollo de los conocimientos del alumnado a lo largo de este curso.
Lugar de estudio
Antes de empezar a estudiar, debe ser seleccionado el sitio más idóneo para dicha actividad. Contar con un entorno agradable para ello es una parte muy importante del mismo.
Este espacio ha de ser siempre el mismo, por lo que debe contar con todos aquellos materiales y utensilios necesarios para el estudio, como puedan ser bolígrafos, hojas y libros; así como con una correcta disposición de estos. Es importante que estos materiales no sean excesivos.
Por otro lado, debe tratarse de un lugar iluminado y cómodo, promoviendo, además, que esté libre de ruidos en la medida de lo posible.
Planificación y organización
Otro aspecto primordial a tener en cuenta antes de empezar cualquier actividad es disponer de un horario semanal que permita organizar y calendarizar los momentos de estudio.
Para ello, recomendamos que los estudiantes utilicen una agenda que les permita anotar aquellas tareas pendientes y planificar las horas que dedicarán a estudiar.
Tiempo establecido y rutinario semanalmente
Puedes sugerirles que dediquen cada día un horario fijo al estudio, el cual deberán repartir de manera equitativa a lo largo de su tiempo libre y tendrá que ser el mismo cada semana.
Antes de empezar, es esencial que categoricen lo que tienen pendiente, tal como plantear metas que deban lograr periódicamente y que les permitan llevar un buen ritmo de trabajo.
Sin embargo, no debemos olvidar que hay que alternar los períodos de estudio con pequeños descansos.
Motivación por las asignaturas
Algo que no podemos pasar por alto es el hecho de captar la atención e interés del estudiante por el trabajo que se le proponga, poniendo en relieve la importancia del mismo.
Además, el hecho de que las metas planteadas anteriormente sean claras y alcanzables incentivarán la motivación por esta. Te proponemos hacer uso del refuerzo positivo cada vez que se alcances dichas metas, animando al estudiante y alentándolo en la consecución de sus objetivos.
Técnicas de estudio
Seguidamente, te hablamos sobre el subrayado, el resumen y el esquema.
Un paso previo al resto de técnicas: el subrayado
El subrayado se basa en marcar y destacar aquellas ideas clave sobre un texto determinado, una vez comprendida y seleccionada la información relevante. Por lo tanto, esta técnica permite focalizar la atención del alumno en un escrito, puesto que deberá leerlo detenidamente para llevar a cabo esta acción.
De este modo, cuando se subraya es imprescindible la lectura previa del contenido del texto, a fin de resaltar los elementos de interés en la segunda lectura.
Se puede recomendar que se emplee diferentes colores para marcar diferentes ideas, pues esto permitirá jerarquizarlas, así como crear un acceso más visual a los contenidos.
Sintetizando la información en un texto breve: el resumen
El resumen es la síntesis de un contenido o texto creando otro más breve y conciso. Este debe contener los conceptos más importantes del texto original.
En su realización, se recomienda la lectura previa y subrayado de la información que se pretende resumir, poniendo especial atención en las ideas clave.
El uso de títulos y colores, así como símbolos y flechas, facilitarán, una vez más, el acceso visual simplificado de la información en el momento de revisar su contenido.
Representación visual del temario: el esquema
El esquema consiste en la recopilación de lo más relevante sobre un texto, organizando las ideas en función de su importancia.
La ventaja principal del esquema sobre el resto técnicas es que permite jerarquizar los contenidos visualmente, contribuyendo a la comprensión y revisión de los conocimientos aprendidos.
Como comentábamos anteriormente, previo a la realización del esquema, se recomienda realizar el subrayado del texto, pues facilitará la posterior organización de las ideas.
A fin de que el esquema sea todavía más visual, se puede proponer a tus alumnos o hijos utilicen dibujos u otros elementos gráficos, permitiendo relacionar las ideas con imágenes además de con palabras. Esta técnica se relacionaría con el visual thinking.
En conclusión, estas son algunas de las técnicas que se podrán aplicar durante este curso, a fin de aumentar el rendimiento académico de nuestro alumnado. Recuerda que estas deberán ser seleccionadas y ajustarse a las características individuales de las personas, objetivos de trabajo y materias a estudiar (Cortese, 2011).
A pesar de todo, cabe destacar que quedan todavía algunas estrategias de estudio que pueden resultar de interés para los estudiantes, como son el uso de tarjetas o de reglas mnemotécnicas, las cuales te explicaremos en futuras reseñas.
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