DOBBLE: UN JUEGO PARA TRABAJAR LAS HABILIDADES COGNITIVAS
Dobble es un juego que permite trabajar la estimulación cognitiva de una manera muy divertida y entretenida. Hay muchas formas de reforzar estas habilidades, pero a veces resultan aburridas y poco estimulantes para los más pequeños. Por este motivo os presentamos este material, pues es muy útil para potenciar un gran abanico de aspectos de manera casi inconsciente.
Existen dos versiones de Dobble, una para los más pequeños (a partir de los 4-6 años, según capacidades) y otra accesible a todas las edades; aun así, ambos consisten en lo mismo: debemos ser los primeros en encontrar el dibujo que se repite en dos cartas redondas llenas de imágenes. En todas las tarjetas, siempre, hay un dibujo que se repite, aunque a menudo resulte complicado encontrarlo. Por lo tanto, todos los jugadores pueden tirar en su turno, sin excepción.
Gracias al diseño del juego podemos usarlo de muchas maneras distintas, tal y como se indica en las instrucciones. Nos permite trabajar tanto individualmente como con otros jugadores, hecho que facilita su práctica tanto en casa como en el colegio o en sesión psicopedagógica. Además, podemos añadir otros requisitos, como por ejemplo el tiempo, para hacer más difícil el juego. Por lo tanto, Dobble puede ser adaptado a cada jugador o grupo de participantes, echo que promueve la motivación y la predisposición tanto de los más pequeños como de los adultos.
A continuación, os especificamos los aspectos que podemos reforzar a través de Dobble:
- Atención: a través del juego trabajamos tanto la atención selectiva como la sostenida, pues debemos estar bien atentos a las cartas que van apareciendo para encontrar el dibujo que se repite.
- Velocidad de procesamiento: dado que tenemos que ser rápidos para localizar la imagen repetida, trabajamos la velocidad de procesamiento de forma continua y sostenida.
- Percepción visual: el trabajo de las habilidades visuales está presente en cualquier versión del juego, pues en todas ellas debemos localizar el dibujo que se repite.
- Impulsividad: el juego va muy bien para moderar la impulsividad, pues los más pequeños deben haber localizado la imagen repetida para jugar su turno. Si van demasiado rápido y actúan antes de haberlo encontrado, tendrán que volver a empezar la búsqueda.
- Memoria: como los jugadores tienen que retener las imágenes de sus cartas para encontrarlas en el mazo central, también se trabaja tanto la atención selectiva como la sostenida.
- Tolerancia a la frustración: debido a la rapidez del juego, en algunas ocasiones puede causar frustración en los participantes al no encontrar el dibujo repetido tan rápido como los demás. Por lo tanto, es una buena manera de trabajar esta capacidad mediante la intervención y la guía del adulto que supervisa el juego.
- Motricidad fina: indirectamente, aunque no sea el objetivo del juego, también se trabaja la motricidad fina. La manipulación de las tarjetas y la velocidad con lo que lo hacemos permite confirmar este aspecto motriz.