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¿Cómo ayudar a administrar el tiempo sin causar más ansiedad?

El ajetreo de la mañana para ir al cole o esa fecha límite en el trabajo nos da a la mayoría de nosotros una respuesta de estrés y ansiedad. Ahora imagina que se te pide que hagas unas cosas antes de que suene un temporizador y tú no estás al tanto de cuándo sonará la alarma.

Puede ser perfectamente que algún niñ@ tenga miedo a los cronómetros. Hemos visto a niñ@s ponerse las manos sobre los oídos al ver un cronómetro o incluso no parar de preguntar cuánto tiempo queda para jugar. Ambos son indicadores de una gran ansiedad por los límites de tiempo, además de la sorprendente experiencia sensorial que proporciona una alarma al sonar cuando se termina la diversión.

La razón por la que queremos evitar causar ansiedad adicional es porque cuando experimentamos ansiedad, no podemos aprender o completar la tarea que tenemos delante. Nuestra amígdala (donde se encuentran las funciones emocionales en el cerebro), literalmente inhibe nuestro lóbulo frontal (dónde se encuentran las funciones ejecutivas) y perdemos la capacidad de planificar lo que sigue porque el único trabajo de nuestro cerebro en ese momento es mantenernos a salvo del peligro.

La ansiedad hace que la mayoría de nosotros luche, huya o se bloquee, lo cual es útil si hay un tigre suelto o nuestra casa se está incendiando, pero a veces esta respuesta puede ser irracionalmente alta y nuestros cerebros piensan que estamos en peligro cuando realmente no lo estamos, sino que simplemente estamos ante una situación incómoda. En los niñ@s, pelear, huir o entrar en una discusión puede provocar que su mente se quede en blanco. Por lo tanto, el estrés de tener un tiempo en concreto para realizar una tarea puede empeorar las cosas

¿Por qué tener noción del tiempo es importante?

¿Por qué debemos usar temporizadores?

Muchas personas neurodivergentes diagnosticadas de autismo o con TDAH experimentan debilidades en el funcionamiento ejecutivo para planificar, iniciar, atender y ver una tarea hasta su finalización. Sentir el tiempo es la sensación que experimentamos, por ejemplo, cuando tenemos un elemento pendiente en nuestra lista de tareas por hacer y predecimos que podemos realizarlo con éxito antes de tener que irnos a una cita. 

Cuando una persona tiene dificultades para controlar el tiempo, a menudo no puede predecir la duración necesaria para una actividad, lo que genera dificultades para resolver un problema. Podemos enseñar a los niños a controlar el tiempo mostrándoles cómo es, haciéndolo tangible. Time Timer es nuestra herramienta favorita para ello, junto con las siguientes estrategias para minimizar la ansiedad adicional.

Usa lo visual en lugar de lo digital

Si un/una niñ@ aún no sabe leer un reloj, tendemos a pensar que lo digital es lo mejor. Sin embargo, los relojes digitales no son compatibles con la enseñanza del control del tiempo porque solo representan los números que cambian y no el paso del tiempo. Cuando un niño no puede ver que el lapso del tiempo se acorta, a menudo se sobresalta e incluso se pone más ansioso cuando se acaba el tiempo.

Genera confianza sin más alarmas

A veces, cuando introducimos “Time Timer” en nuestra sala de juegos de terapia, los niños inmediatamente muestran ansiedad. Este es el momento en el que nos sentamos a jugar con el Time Timer y les explicamos que el sonido del aparato está apagado y siempre lo estará. A veces, confiar en nosotros y en este nuevo plan requiere algunas sesiones, pero con el tiempo los niños aprenden que el cronómetro estará en silencio y que solo usaremos el movimiento visual para ayudarnos a controlar el tiempo en la sala de juegos. Recuerda que lo opuesto a la ansiedad es la confianza, por lo que debemos establecer la confianza con un niño a través de una rutina predecible de usar el temporizador de una manera que no le produzca miedo ni ansiedad.

Refuerza las transiciones del tiempo con sus tareas preferidas.

La mayoría de nosotros empezamos a usar los cronómetros diciendo algo como: “Cuando el cronómetro se apague, es hora de limpiar”. Sin embargo, para un niño con ansiedad, recordarle cuando ha terminado la diversión y contar los minutos hasta que le quitemos la diversión, hace que aumente su ansiedad.

Por lo tanto, intentad hacer una rutina predecible en su lugar. En nuestra sala de juegos de terapia, l@s niñ@s y yo creamos un plan de juego visual con imágenes o palabras escritas para marcar a medida que avanzamos. Para aquellos que experimentan emociones fuertes al salir de la sala de juegos, la última tarea es algo que les guste hacer que los padres y nosotros hemos ideado como recompensa para reforzar la transición.

Por ejemplo, podríamos decir: “Cuando el círculo rojo desaparezca será hora de abrir el coche de mamá” o “Cuando el cronómetro llegue a cero, será hora de tu refrigerio favorito en el coche”. Después de algunas sesiones haciendo esta rutina, la ansiedad de los niñ@s tiende a reducirse porque saben que volverán a jugar con nosotros y la transición de llegar al coche los distrae de su ansiedad por el final del juego. El temporizador simplemente indica lo siguiente en el horario en lugar de recordarle al niño que la diversión ha terminado.

¿Cómo enseñar a esperar?

Esperar es una de las situaciones que más ansiedad les provoca a los niñ@s con alteraciones en el funcionamiento ejecutivo que no entienden el transcurso del tiempo. ¿Cuándo será su turno? ¿Cuándo estarán disponibles sus padres? ¿Cuándo los llamará el/la maestr@?

¡Podría parecer un minuto o 200 horas! El truco está en configurar el temporizador para cuando la actividad o persona esté disponible y hacer que el/la niñ@ venga a buscarlo cuando sea el momento. Hacer un seguimiento del tiempo que pasa ayudará a distraerle de la espera y le dará una sensación de control y autonomía en el proceso. El uso de un cronómetro visual para esperar también les crea emoción cuando termina el tiempo de espera en lugar de sentir decepción. Ten en cuenta que para que esta estrategia funcione, tenemos que estar constantemente preparados para la transición, para que puedan contar con nosotros a la hora de acompañarl@s.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Incluso con estas estrategias, algunas personas seguirán experimentando ansiedad ante la gestión del tiempo. Trabajar con profesionales especializados como psicólogos, logopedas, maestros, terapeutas ocupacionales, etc. será fundamental para elaborar un plan terapéutico que mejor y apoye sus emociones ante la introducción de estos conceptos temporales. Si generemos consistencia y confianza, les ayudaremos a reducir la ansiedad.

Mundo Logopedicum
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